viernes, 7 de mayo de 2010

Reencuentro.

Y otra vez tú enfrente de mí. Te miro a los ojos, para poder ver en ellos ese brillo de amor. Sonrío. Y despacio, me acerco a ti, nerviosa, como si fuera la primera vez que te tengo delante. Observo cada detalle de ti al acercarme. Tus ojos, que no dejan de mirarme. Tu boca, en la que ha aparecido una gran sonrisa. Tu pelo, alborotado, despeinado. Tus manos, que se abren y se cierran inconscientemente, y me indican que tú estás tan nervioso cómo yo. Tu respiración, que se va acelerando a medida que me voy acercando. Y llego junto a ti. Y te abrazo. Rompiendo la distancia que hasta ahora nos separaba, rompiendo el tiempo de espera para volver a vernos. Y una lágrima cae por mi mejilla. Una lágrima que guarda felicidad. Una lágrima que guarda amor. Me tomas la cara, y sin prisas, buscas mi boca. Por fin puedo volver a disfrutar de tú sabor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario