miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mensaje.

.Está tumbada en la cama. Coge el móvil y mira la hora. Es tarde, y él le ha dicho que se va a dormir. No sabe que hacer, quizás ya esté dormido y lo despierte. Y se queda un rato con el móvil en las manos, jugando con él en la oscuridad. Finalmente se decide. Abre los mensajes, selecciona crear mensaje nuevo y comienza a escribir: "Espero no despertarte, sólo quiero decirte que me encantas, que te amo con toda mi alma. Que lo eres todo para mi, que eres lo mejor que me ha pasado, que te necesito más que al aire que respiro. Quiero darte las gracias por hacerme tan feliz, porque aunque a veces me ponga triste porque te echo de menos, soy muy feliz contigo. Feliz por cada momento mágico juntos, por cada te quiero, por cada vez que sonríes y me haces sonreír, por cada mirada, por el placer. Me siento muy afortunada por haberte conocido y que te hayas enamorado de mí. No te quiero perder nunca, porque sin ti ya no puedo vivir, y no me imagino mi vida sin ti. Quiero que estemos por siempre juntos, y seguir dedicándote cada uno de mis pensamientos. Quiero despertarme, y abrir los ojos y verte dormido, a mi lado. Quiero saberlo todo de ti, Quiero conocer cada poro de tu piel y saber identificarlo con los ojos cerrados. Quiero estar junto a ti y olvidarme del mundo. Te quiero a ti y siempre te querré."  Demora un poco más antes de tomar una decisión. Aún puede guardarlo en borradores y mandárselo mañana, Piensa un rato. No, se lo va a mandar ahora, siente la necesidad de hacerlo. Desbloquea el móvil y relee el mensaje. No lo piensas más. Pulsa la tecla de envio, y piensa que si lo despierta, al menos, será un bonito despertar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario