lunes, 21 de junio de 2010

Césped.

Me encanta estar ahí, contigo, tumbados en el césped, escuchando de fondo el "dulce" graznido de las gaviotas, y taparnos del sol envolviéndonos en una toalla, como si de un rollito de primavera se tratase, o bajo la sobra de un paraguas que sale volando al más mínimo soplido del viento.

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